“Cambiando plumas”
Les ocurre a las aves más hermosas, la naturaleza en ellas,
como en esta calandria, las obliga a cambiar las plumas. La falta de plumas hace que en lugar de su
colorido y elegancia aparezcan huecos de un color arratonado salpicando el
plumaje.
Se las ve tristes y de tanto en tanto esbozan un tímido canto como expresando esa levedad de la existencia. Suelen hacerse ellas mismas como un hueco entre las plumas desparejas y duermen más de la cuenta, tratando de esconder esa fealdad que salta a la vista.
Se las ve tristes y de tanto en tanto esbozan un tímido canto como expresando esa levedad de la existencia. Suelen hacerse ellas mismas como un hueco entre las plumas desparejas y duermen más de la cuenta, tratando de esconder esa fealdad que salta a la vista.
De un día a otro
entre el antiguo plumaje surgen una especie de canutos pespunteando las partes
calvas que, repentinamente, transmutan
en plumas nuevas, son pequeñas y frágiles al principio, hasta que se vuelven alas
con la fuerza y el brillo de las plumas más jóvenes.
Así que cuando sientas que estás dolorido y de manera
impertinente alguien te pregunte, qué es lo que
te está pasando, contesta simplemente “estoy cambiando plumas”…aunque te
hagas un hueco en la almohada y llores a escondidas, puede ser que el día menos pensado un plumaje
renovado te dará la fuerza para volar mejor y por qué no…. más alto.
Imágenes y letras. Digresiones emplumadas
Elena Bravo"Elena de San Telmo"